CUIDADO CON LA FRIALDAD ESPIRITUAL


Introducción

El cristiano, sea un líder, un servidor o alguien que solamente asiste a la iglesia, está llamado a ser una luz para el mundo y a tener un corazón ardiente por Dios. Sin embargo, en el camino, todos enfrentamos un enemigo muy peligroso, ese enemigo es la frialdad espiritual.

Si no tenemos cuidado nuestro corazón ardiente por Dios se puede enfriar sin darnos cuenta, porque usualmente el enfriamiento es lento. Si podemos poner un ejemplo sería como un carbón que se separa del fuego y lentamente se va apagando. Cuando nuestro corazón se enfría, o pierde la pasión por Dios, la oración se vuelve pesada, leer la Biblia nos da sueño, y servir en la casa de Dios se siente que no tiene sentido.  

Creo que es importante entender qué nos lleva a este estado, no para sentir culpa, sino para tomar acción y reencender el fuego en nuestros corazones:

2 Timoteo 1:6

Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.


Desarrollo

Analicemos las causas más comunes que apagan nuestra llama interior:


1. Por hacer una pausa espiritual. 

Algunos creen que la vida con Dios se puede poner en pausa. 


¿Qué es una pausa espiritual? 

Cuando dejamos de orar, leer la biblia, asistir a los servicios etc. 

En palabras sencillas es dejar de buscar a Dios por un tiempo, aunque sea para descansar.

Marcos 14:38 NVI

Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.


2. Por dejar de buscar a Dios.

Es fácil confundir la actividad ministerial con la intimidad personal. Ir a la iglesia, cantar o servir en un ministerio es bueno, pero si reemplaza el tiempo a solas con Dios, la llama se apaga. En ocasiones dejamos de buscar al Dios de las cosas para enfocarnos solo en las cosas de Dios. 

Salmos 42:1-2

1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?


3. Por la pereza espiritual.

La pereza se manifiesta en escoger el sillón antes que la rodilla, o las redes sociales antes que la Palabra. La vida espiritual requiere diligencia; no es automática. Si permitimos que el cansancio o la falta de ganas tomen el control de nuestra vida espiritual, el fuego se convertirá en ceniza.

Romanos 12:11

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;


4. Por desánimo cuando no se ven resultados.

La frialdad usualmente ataca cuando las oraciones no son contestadas y nos desanimamos. El desánimo nos hace dudar de si vale la pena seguir orando. Es importante que entendamos que la respuesta viene de Dios. 

Gálatas 6:9 NVI

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.


5. Por juntarse con la gente incorrecta.

Las personas que nos rodean tienen un enorme poder sobre nuestra vida espiritual. Si nos asociamos constantemente con quienes critican, dudan, o viven de manera descuidada, su frialdad puede contagiarnos. 

Debemos rodearnos de quienes nos inspiran a amar y a hacer buenas obras.

1 Corintios 15:33 Reina-Valera 1960

No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.


6. Por alejarse de la comunidad y autoridad.

La soberbia, el orgullo y la independencia nos llevan a caminar solos en el caminar cristiano. Dejamos de congregarnos o nos aislamos de los líderes y hermanos que nos pueden dar guía, apoyo y corrección. 

El cristiano aislado es una presa fácil para el enemigo y para la frialdad.

Hebreos 10:24-25

24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 

25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.


7. Por no saber manejar las bendiciones y la prosperidad.

Cuando la vida se vuelve cómoda, las cosas marchan bien y las necesidades están cubiertas, es fácil bajar la guardia. 

La prosperidad material puede llevarnos a una pobreza espiritual, haciendo que nos olvidemos de Quien nos dio la bendición.

Deuteronomio 8:11-14

11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 

12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 

13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 

14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;


Conclusión

¿Qué debemos de hacer? 

Apocalipsis 2:4-5

4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 

5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.


Volver a nuestro primer amor. 

Sabía usted que la frialdad espiritual es una condición que podemos revertir. 

Si has notado que tu llama se está apagando, recuerda que Dios te ama y quiere reavivar el fuego. 


El remedio es el arrepentimiento y la acción decidida:

1. Recuerda: Piensa en el día que conociste a Jesús y la alegría que sentiste.

2. Arrepiéntete: Pide perdón por la pereza y por poner otras cosas antes que a Él.

3. Vuelve 

a las primeras obras: Retoma con disciplina tu tiempo de oración y lectura bíblica.


Apóstol Samuel Ramirez 









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